miércoles, 4 de junio de 2008
demà
Avui m'ha vingut a veure la mort
amb rostre de poruga dona
la fosco tenebrosa dels seus ulls
amb la faixa vora els talons.
Un desig d'odi , d'erradicacio
i tant estret com la vella soga,
alimentant el meu pudor.
amb rostre de poruga dona
la fosco tenebrosa dels seus ulls
amb la faixa vora els talons.
Un desig d'odi , d'erradicacio
i tant estret com la vella soga,
alimentant el meu pudor.
En OcAsiOneS
...en ocasiones un cansancio de antaño, de siglos, de generaciones y generaciones se adueña de mi...de almas y almas que como en un laberinto infinito, buscando la salida se desgastan eternamente renaciendo una y otra vez hasta la saciedad .
...a medio camino uno se pregunta si ese sendero tan transitado conduce a lugar alguno, y entre vidas y azares, entre batallas y letargos se enciende en nuestro ser una luz con la que entrevemos la verdad...la duda, fiel compañera, espina en la belleza, necesaria como la no existencia, mueve la balsa por la que transitamos en el río de la vida. Un río que como un Dios nos guía hacia el océano, destino final y principio sin fin. Miles de afluentes nos presentan aventuras y sorpresas, cataratas y lagunas nos transmiten alegrías y tristezas y extensas orillas de islas desiertas nos aguardan en una noche estrellada donde entre sueños, creemos con la punta de los dedos conocer un sentido que nos dice que manos maestras mueven nuestros hilos como títeres en un mundo hecho teatro y que aunque apearse del camino, subirse a los árboles, escalar montes parezca la mas grande de las trampas no es mas que otro acto de esta fantástica función, uno mas de sus pasos...y al acercarse al océano, al vislumbrar ese destino sellado, esa unión con el todo, no es de extrañar que me invadan unas inmensas ganas de remontarme en mi barca al inicio del río, al origen de esta vida y renacer una y otra vez hasta saciar mis ansias de vivir.
...a medio camino uno se pregunta si ese sendero tan transitado conduce a lugar alguno, y entre vidas y azares, entre batallas y letargos se enciende en nuestro ser una luz con la que entrevemos la verdad...la duda, fiel compañera, espina en la belleza, necesaria como la no existencia, mueve la balsa por la que transitamos en el río de la vida. Un río que como un Dios nos guía hacia el océano, destino final y principio sin fin. Miles de afluentes nos presentan aventuras y sorpresas, cataratas y lagunas nos transmiten alegrías y tristezas y extensas orillas de islas desiertas nos aguardan en una noche estrellada donde entre sueños, creemos con la punta de los dedos conocer un sentido que nos dice que manos maestras mueven nuestros hilos como títeres en un mundo hecho teatro y que aunque apearse del camino, subirse a los árboles, escalar montes parezca la mas grande de las trampas no es mas que otro acto de esta fantástica función, uno mas de sus pasos...y al acercarse al océano, al vislumbrar ese destino sellado, esa unión con el todo, no es de extrañar que me invadan unas inmensas ganas de remontarme en mi barca al inicio del río, al origen de esta vida y renacer una y otra vez hasta saciar mis ansias de vivir.
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